Partiendo de estos condicionantes de diseño, la luz se convierte en la obsesión de nuestros arquitectos.
La decisión más estructurante de inicio es dónde ubicar la escalera y ascensor.
Nuestros arquitectos conciben una gran caja de luz natural emplazada en el centro de la planta que recorre desde la cubierta a la planta baja y alrededor de éste se articulan los diferentes usos de la vivienda.
La elección de un suelo de cristal para este núcleo central de escalera y ascensor y grandes aberturas en cubierta permiten que la luz fluya y comunica visualmente todos los niveles de la vivienda. Con este diseño pasa de ser una molestia necesaria a cobrar protagonismo y dotar a al proyecto de arquitectura de mucha personalidad.
Del mismo modo estos ventanales permiten la ventilación y regular la temperatura interior del edificio.
Nuestro proyecto, por supuesto, aprovecha al límite toda la edificabilidad disponible en altura y volúmenes según la normativa vigente en esta zona de Palma, es decir, planta baja más tres alturas.